lunes, 20 de octubre de 2008

NICK (Historia de un prejubilado)

Que nadie confunda a Nick con Nietzsche, según la vulgar costumbre de nuestro tiempo por sincopar las palabras: bici,tele,mili, mola, pelas. Un modo de hablar coloquial más exactamente colegial en menoscabo del lenguaje castellano. Solo tienen de común la animalidad. Ahora bien, mientras la animalidad en Nick es un todo que lo define tal como es, en Nietzsche es un componente. Por esta razón, siento una cierta tendencia por la sabiduría instintiva de Nick que por el rico ingenio, pero voluble, del profesor de Filología clásica en la Universidad de Basilea. Después de todo, el instinto en el animal es una clarificación inequívoca de su proceder y no comete errores. En el hombre, por muy sabio que sea, como Plotino, Descartes, Kant, Nietzsche y otros, abundan más las sombras que las luces, las dudas que las certezas, los errores que los aciertos. El animal no cuestiona la existencia, y se adapta plenamente a ella, en tanto que el hombre cuestiona hasta la evidencia. Nick es un perro de juguete o un juguete animado, querido por toda la familia. Tiene los rasgos de un chihuahua, animal de lujo, de reducida dimensión, proveniente de México. Se dice que desciende de los perros sagrados méxicas. No lo sé, pero queda dicho para curiosidad delo lector.

Nota Asi empieza el libro “Historia de un prejubiladoª, anteriormente titulado “Ladrando con Nick”. Por Félix J. Eguía Budiño..

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